Era un día cualquiera cuando John Boyd Dunlop vio a su hijo sufrir mientras andaba en un triciclo. Las calles de Belfast estaban llenas de adoquines y su pequeño hijo tenía problemas al andar. Cuenta la historia que él le regaló ese triciclo para su cumpleaños número 10.

Dunlop era un veterinario quirúrgico e inventor, así que decidió probar distintas maneras de hacer esa conducción más suave. Luego de algunas ideas, decidió tomar parte del caucho que recubría su mesa de operaciones. Lo cortó en tiras formando un tubo largo que cosió para que el aire no se saliera. Lo ajusto y pegó a la bicicleta. Lo recubrió con lonas, lo impregnó de caucho líquido para sellarlo definitivamente y por último lo infló. Hizo la prueba y funcionó. Desde ese minuto, la vida de su hijo cambió.

Dunlop creó el primer neumático con cámara de aire hace ya 130 años, en 1888. Desde ese día se dio cuenta que no sólo cambió la vida de su hijo, sino que también sería posible cambiar la vida de millones de personas, del mundo entero. Luego de patentar su invento, comenzó la creación y expansión de su negocio. Primero se enfocaría en neumáticos para bicicletas y más adelante innovaría en otro tipo de neumático.

Hasta el día de hoy John Boyd Dunlop ha sido el gran pionero en el mundo automotriz. Sus neumáticos se distribuyen en todo el mundo y hoy se celebran los 130 años desde aquel día en que creó un cambio para todos los seres humanos.

130 años después, con Dunlop seguimos creando.